Saturday, March 28, 2009

Legalicemos el consumo de las drogas

Antes de entrar en materia algunas aclaraciones para los que me van a criticar desde todos los ángulos, 1) No uso drogas, mi máximo contacto ha sido compartir tres porros en toda mi vida, 2) Tengo dos hijos, uno adolescente y el otro preadolescente, 3) No tengo ningún contacto con el narcotráfico, ni la industria farmacéutica, aclarado esto vayamos al grano.

El problema de las drogas hay que abordarlo desde dos puntos de vista muy diferentes el primero es el daño directo que estas le infringen a quienes la consumen y el segundo es el daño que su consumo y comercialización ilegal le producen a la sociedad en su conjunto.

Debido a que en la mayoría de los países la comercialización de drogas es ilegal, quien participa en ella en calidad de comprador es visto también como un delincuente, en lugar de cómo un adicto (en términos generales las adicciones se asocian a enfermedad en especial cuando se refiere a sustancias o actividades legales) por consiguiente en lugar de tratar al adicto la mas de las veces se lo detiene, juzga, y castiga, existen excepciones, lo se, pero en términos generales este es el tratamiento que reciben, y es congruente con el abordaje de que quien participa en un comercio ilegal es un delincuente, demás esta decir que suelen ser los únicos que no tienen nada que entregar a cambio, en un pacto con las autoridades y por ende son la mayoría de los que son procesados y condenados en muchos países, donde las grandes estadísticas que se enseñan como prueba de la lucha contra el narcotráfico se basan en detenciones y condenas de consumidores, que si lo miramos bien se trata de las victimas.

Por otro lado las prohibiciones nunca han demostrado ser muy eficientes cuando de satisfacer necesidades se trata, fíjense que pasa en los países en que se prohíbe la venta de cigarrillos o perfumes importados, aparece el contrabando y el mercado negro, resultado, el gobierno no recauda impuestos, gasta mas tratando de frenar el contrabando y la gente que quiere fumar cigarrillos o usar perfumes importados lo hace de cualquier manera, aun pagando hasta tres veces lo que pagaría si lo pudiese comprar en forma legal, la “Ley Seca” en los años 30 en los Estados Unidos fue la misma clase de fiasco, todos aquellos que así lo querían siguieron consumiendo alcohol, el gobierno no recaudaba impuestos al consumo de alcohol, y los gastos tanto pecuniarios como en vidas crecía día a día debido al crimen organizado alrededor de la satisfacción de las necesidades no satisfechas por el mercado "legal”, hasta que el Congreso tomo una decisión racional derogó la “Ley Seca” y al ser la demanda satisfecha por el mercado legal, el crimen asociado a la venta de alcohol desapareció.

El delito asociado con el consumo de drogas no solo se experimenta en el crimen organizado alrededor de la satisfacción de la demanda, sino también el relacionado con la desesperación de aquellos que necesitan sumas exorbitantes para pagar sus necesidades de droga, dado que la venta legal podrá también bajar lo precios esos crímenes, también se podrían disminuir, pero en especial no existirían los camellos parados frente a las escuelas tratando de inducir a nuestros hijos al consumo.

Una vez legalizado su consumo y comercialización, se acaba el negocio de inducir a los inocentes al consumo y se puede regular la publicidad y atender a los adictos como enfermos y no delincuentes, y se puede castigar a los que cometen delitos o infracciones bajo su influencia, como se hace con el alcohol.

No estoy tratando de promover el consumo sino de encontrar herramientas eficaces para desalentarlo, no por negar un problema este desaparece, ni por barrerlo bajo la alfombra se aleja de nuestras vidas, enfrentemos el problema sin falsas moralinas y la solución nos hará la vida mas llevadera.